Queridos aficionados de la tecnología, bienvenidos a una aventura espacial que parece sacada de una novela de ciencia ficción. Karman+, una startup con grandes sueños de minar asteroides, ha recaudado 20 millones de dólares en su primera ronda de financiación. ¿Y para qué? Para desarrollar naves espaciales autónomas que viajarán a esos lejanos cuerpos celestes, extraerán materiales valiosos y volverán a la órbita terrestre. ¡Como si fuera tan fácil como ir al supermercado!

El objetivo inicial de Karman+ es construir una nave que pueda viajar millones de kilómetros, extraer agua de los asteroides y volver a la Tierra para usar esa agua como combustible para satélites envejecidos. Y si todo va bien, más adelante podrían recolectar metales raros y otros materiales, ayudando a desarrollar una industria de fabricación espacial que complementaría la terrestre. ¡Menudo plan!

Aunque suena a ciencia ficción, los avances en tecnología autónoma y exploración espacial han acercado este sueño a la realidad más de lo que imaginas. La tripulación de Karman+ cree que pueden realizar misiones por menos de 10 millones de dólares, una ganga si consideramos que hasta ahora se han gastado más de mil millones en misiones a asteroides. ¡Más barato que una casa en el centro de Madrid!

Con sede en Denver, Colorado, pero con raíces en los Países Bajos, gracias a su cofundador y CEO Teun van den Dries, Karman+ ha conseguido atraer a inversores europeos para financiar su viaje espacial, incluyendo a Plural de Londres y Hummingbird de Amberes.

El nombre de Karman+ proviene de la Línea de Kármán, que marca el límite entre la atmósfera terrestre y el espacio. Un nombre muy apropiado para una empresa que quiere cruzar fronteras, literalmente. Van den Dries, un autoproclamado “friki de la ciencia ficción”, decidió que era el momento de dejar su carrera en el mundo del software para perseguir algo con un impacto mucho mayor.

Junto a Daynan Crull, un científico de datos convertido en arquitecto de misiones espaciales, van den Dries se lanzó de lleno al cosmos. Decidió que el espacio era un sector poco explorado y optó por asteroides, en lugar de la fusión nuclear, que ya había atraído más de 5 mil millones de dólares en inversiones.

Claro está, minar asteroides no es tan sencillo como parece. Los asteroides son objetivos en movimiento, orbitando el sol a distancias que desafían la imaginación. Además, los satélites que necesitan reabastecimiento no siempre usan agua como combustible, lo que añade otra capa de complejidad al reto.

Pero no todo es ciencia y números. Karman+ necesitará más financiación antes de su primer lanzamiento, previsto para 2027. Sin embargo, como dice Sten Tamkivi, un socio de Plural, el escepticismo del equipo de Karman+ les ayudará a mantenerse realistas y a no perder de vista lo que realmente importa.

En resumen, mientras algunos prefieren una vida tranquila, los de Karman+ prefieren apuntar a las estrellas, y quién sabe, quizás algún día nos traigan de vuelta un pedacito del universo. ¡Sigan atentos a sus avances, porque esto apenas comienza!

Créditos de la imagen: Dexter Fernandes en Pexels